RESPIRAR ES MISIÓN:
Por Carlos Samuel Mansilla
Dios no creó personas desechables (Isaías 45:8). Dios creo al ser humano a su misma imagen (Génesis 1:27), o sea, para que el hombre sea su imagen visible en la tierra.
Dios buscó una familia que en la tierra lo represente (Malaquías 2:15), por eso somos Sal y Luz en este mundo (Mateo 5:13-16), para mostrar las características de Dios donde sea que estemos (1º Pedro 2:9). Dios quería una familia, quería hijos (Génesis 1:28), y que sus hijos glorifiquen su nombre (Efesios 1:12). Cuando Dios creo al ser humano dijo: Esto es bueno y se maravilló de la belleza de su creación (Génesis 1:31).
A Dios nunca se le escapó crearte, no eres desechable, tenés propósito. A Dios no se le escapó TU existencia de SU pensamiento. Por esto, a pesar de vivir alejados de Él, de vivir sin conocer cuál es nuestro propósito, ahora en Dios, por medio de Jesucristo, nos podemos acercar al plan original.
Tenés que acercarte al PLAN original, tenés que entender que “tenés un propósito en la vida”.
Por eso cuando nos despertamos somos felices de saber que respiramos y que esa respiración tiene un propósito, que la posibilidad que tenemos de inhalar y exhalar es para una misión en esta tierra. Tenemos la imagen de Dios en nosotros, que no es poca cosa, y es por esto que tenemos impreso sus objetivos en nosotros, somos una carta de presentación leída por todos las personas (2º Corintios 3:2), y de esto no podemos escapar (Salmos 139:7).
Despertarse a la mañana dentro del plan adquiere sentido. Fuera del plan de Dios es difícil despertarse sin saber porqué respiramos. Nadie se despierta a la mañana diciendo: Hoy voy a respirar. Eso está fuera de nuestro alcance. Pero está dentro del alcance de Dios.
Con respecto al latir del corazón y a la respiración, biológicamente dicen que tiene un funcionamiento involuntario, que el corazón está bajo control involuntario…
…pero…
…lo que yo te quiero decir es que detrás de ese funcionamiento está la voluntad de Dios.
Cuando te despiertes mañana pensá en esto, agradecé a Dios y viví en misión.
Respirar es misión
Oración:
Señor, tu eres grande y magnífico. Has hecho todo con un propósito y mi vida es parte de todo tu plan perfecto. Yo soy absolutamente nada, pero en tus planes tengo absolutamente todo porque te tengo a Ti. Gracias por elegirme, darme respiración y propósito. Gracias Señor por redimirme, rescatarme, amarme y alcanzarme con tu gracia y misericordia. Hoy siento tu grandeza con cada respiración. Amén.
© Carlos Samuel Mansilla
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